A la entrada, junto a los paneles informativos y centro de interpretación, se encuentra una cabaña tipo kota del pueblo sami de Laponia.

La colina de Rokuanvaara, dentro del parque, emergió como una isla saliendo del mar después de la Edad del Hielo y el terreno del parque destaca de sus alrededores por ser completamente arenoso y formar dunas.

Se pueden hacer varias rutas circulares desde 2,5 a 19 km. Transcurren sin demasiado desnivel por un bosque lleno de pinos y alfombras de liquen blanco por todas partes.

¿Sabías que este liquen es el alimento preferido de los renos? Se llama Cladina rangiferina o liquen de renos.
Estos terrenos se utilizaron por última vez para alimentar ganado de renos por el pueblo sami en el siglo XIX.

Una de las actividades que encanta a los finlandeses es recoger bayas, que en este bosque eran arándanos. Aunque la temporada realmente empieza a partir de mediados de julio hasta septiembre tuvimos la suerte de degustar algunos. ¡Buenísimos!

La ruta corta bordea el lago Pitkäjärvi y nos deja preciosas imágenes.

También pasa por otro pequeño lago o estanque llamado Hätäjärvi (traducido: «lago de emergencia») que cuenta con un área recreativa con espacio para hacer barbacoa.


En la colina de Pookivaara, el punto más alto del parque con 195 m de altura sobre el nivel del mar, había una pequeña área recreativa y una caseta en una torre.
Se utilizó principalmente como torre de vigilancia para el guarda del parque, sobre todo en caso de incendio. Pero también tuvo su uso como estación de vigilancia aérea durante la Segunda Guerra Mundial.

Hoy en día está abierta al público para subir a ver las vistas (confesión: por miedo a las alturas no me atreví a subir).
